Galera, antigua embarcación, características y tipos

La Galera barco era un tipo de embarcación muy utilizada por diversos grupos de hombres desde la antigüedad hasta llegando el final de la época de la vela. En el artículo de hoy expondremos de manera detallada la historia de este navío, sus principales características y más.

Galera barco

¿Qué es una galera?

En la actualidad, el término galera barco se le es atribuido a todo navío que esté conformado por remos y velas antiguas, propio para la guerra. La principal característica de esta embarcación era su gran eslora respecto a su manga y su relativa ligereza tanto en la marcha como en las evoluciones. En líneas generales, el nombre de galera comenzó a emplearse en España en el siglo XIV, a pesar de que en los inicios de la Edad Media, ya se empleaba en el Mediterráneo los de galea y galia.

Historia

Como ya se ha mencionado antes, la galera es una embarcación que era impulsada por remos, y en ocasiones por el viento, por este motivo poseía más de una o dos velas grandes. Este tipo de barco ha existido desde la antigüedad, y en un principio se empleaba una fila de remeros por cada lado de la embarcación.

Con el paso de los años se logró una segunda invención para mejorar este barco, en donde se incluyó dos filas de remeros en dos órdenes: una superior y una más abajo que era más rápida sin dejar de lado sus maniobras, esta evolución de la galera se llamó birreme.

Primeras construcciones

Luego de la evolución de los fenicios con una galera de dos filas, en la Antigua Grecia se creó el modelo de galera de tres filas de remeros. Los antiguos romanos, y antes de ellos los cartagineses, fueron uno de los primeros en emplear el quinquerreme, que se encontraba constituido por cinco remeros distribuidos en tres órdenes, con dos hombres en la parte superior, dos en el medio y uno en el inferior. Lo habitual era el uso de los birremes. La liburna y la navis longa de los romanos también entran en esta definición.

Por otro lado, durante el transcurso de la Edad Media, no se llevaron a cabo grandes modificaciones en el diseño de la galera barco. La idea innovadora de integrar una fila extra de remeros fue dejada de lado. No obstante, gracias al desarrollo de las galeras, otras civilizaciones lejanas pudieron expandirse a gran paso, un ejemplo de este hecho fue la creación del drakkar o barco-dragón de los vikingos.

En el siglo XV surge uno nuevo tipo de embarcación al que se dio el nombre de carabela, el mismo empleaba un velamen variado para navegar sin remeros, y gracias a esto, la tripulación en el barco era reducida. A pesar de este progreso, la carabela no logró sustituir a la galera.

A modo de ilustrar este evento, tome como punto de partida el viaje que dio el descubrimiento de América en el año 1492, la expedición de Cristóbal Colón navegó en dos carabelas y una nao, pero la flota reunida por las potencias cristianas contra el Imperio otomano durante la batalla de Lepanto en 1571 estaba constituida por galeras. De esta manera, este fue el último enfrentamiento de navíos en donde se utilizarían este tipo de barcos.

Mientras transcurría el siglo XVI, la artillería consiguió tener un valor práctico en el combate y fue instalada en las galeras. No obstante, los gálibos de ellas no fueron alterados. Los cañones fueron colocados en las extremidades, en repisas o castillos.

Galera barco

En un mismo sentido, en algunas galeras los cañones eran dispuestos en una plataforma transversal que servía para facilitar la maniobra de la vela trinquete. En la crujía se posicionaba un gran cañón de caza o bombarda, y a sus lados otros más pequeños, falconetes y pedreros.

Ya entrada la época del Renacimiento apareció un nuevo modelo de galera barco, que sirvió como un intermedio, ya que estaba conformado por velas, a este diseño se le llamó galeaza y fue el precedente del galeón.

Mientras tanto en España, el Cuerpo General de Galeras fue disuelto por orden de 28 de noviembre de 1748, firmada por el Secretario del Despacho de Guerra y Marina e Indias, el marqués de la Ensenada. En dicha orden se podía leer el siguiente extracto:

»Habiendo determinado el Rey suprimir la Escuadra de Galeras, ha resuelto que a los oficiales, ministerio y demás dependientes de la misma Escuadra se asista con el sueldo o despida del servicio o agregue a la Marina según se expresa en la relación que incluyo, firmada de mi mano, y cuyo contenido quiere S.M. se ponga luego en ejecución en todas sus partes, y a este fin la dirijo a V.S, previniéndole además de la siguiente.»

Galera barco

No obstante, para el el año 1784 con la llegada de Carlos III se persiguió un solo objetivo, el lograr eliminar de una vez por todas la piratería berberisca, y esto solo se podía hacer al construir nuevas galeras en España que se unieran al Cuerpo General de Marina existente. Estos nuevos modelos prevalecieron sin llamar la atención hasta los primeros años del siglo XIX.

¿Para que se utilizaban?

El principal uso que se le daba a la galera era servir como un barco de guerra desde los albores de la historia escrita hasta finales del siglo XVIII, surcando los mares de poca profundidad como el Báltico durante algunas pocas décadas más.

Propulsadas a remo y con el apoyo para las maniobras del viento y las velas el diseño naval, la galera tuvo una evolución muy lenta durante sus 3000 años de vida. A decir verdad, los fenicios pudieron en su momento contemplar la idea de integrar cañones en los extremos del barco como lo hicieron las civilizaciones durante el Renacimiento.

A medida de que los modelos de esta embarcación se fueron modificando, las tácticas de combate fueron olvidadas. De esta manera, los fenicios optaban más por el lanzamiento de proyectiles y el abordaje, mientras que los Griegos preferían la embestida con el espolón de proa, para así desmantelar la nave de su oponente, posteriormente seguían con el lanzamiento de proyectiles y por último el abordaje que era una táctica empleada más por los Cartagineses, Romanos, Bizantinos y Turcos.

A pesar de que las velas no eran empleadas durante el combate, las mismas eran guardadas en los almacenes de la galera y los seguidores del wargame prefirieron utilizarlas como paños donde se pudiera añadir color y vistosidad para poder identificar el navío a distancia.

La Cuatrirreme y la Quinquirreme fueron los barcos principales que se emplearon durante las Guerras Púnicas. En este sentido, se podían clasificar como navíos «catafractados» puesto que, los remeros iban completamente a cubierto dentro del casco de madera.

En los nuevos diseños de la galera barco, los remeros eran esclavos dispuestos en los remos superiores, medios e internos para manejar la embarcación, mientras que las Trirremes eran servidas normalmente por hombres libres.

Mientras los cartagineses empleaban tácticas de embestida y abordaje junto al lanzamiento de proyectiles pesados, los romanos que trataron de copiar sus diseños no eran tan buenos navegantes por lo que preferían el abordaje. Por otro lado, los romanos diseñaron lo que se conoció como «Corvus», que se entendía como una galera extensa en donde había un gran garfio que era lanzado sobre la nave enemiga para intentar capturarla.

La creación de este barco trajo como consecuencia que las galeras fueran menos estables, por lo que la gran mayoría se perdieron durante tormentas. Con el paso de los años, los romanos mejoraron como navegantes y pudieron vencer a los cartagineses utilizando sus mismas tácticas.

¿Cuánta gente podía estar en una galera?

A inicios del siglo XVI, la cantidad de personas que podían estar en el interior de una galera (tomando en cuenta a los tripulantes y remeros) era de aproximadamente doscientos hombres. De este número, al menos tres cuartas partes eran remeros.

De este mismo grupo de remeros, cien o ciento cincuenta eran galeotes. La galera barco era comandada por un capitán que tenía como ayudante a un patrón cuya función era gobernar a la tripulación. Asimismo, también se encontraban oficiales, los artilleros, el barbero, en raras oportunidades un médico, entre otros.

Características de la galera

La galera barco tenía una forma de eslabón entre la Navis longo romana durante los siglos XV – XVI y los dromones bizantinos. Las condiciones de los modelos durante dichas épocas eran muy parecidos en cuanto a su ligereza, también estaban hechas para el mismo fin de servir en las armadas de todos los periodos, siendo de apoyo para todas las naves auxiliares y exploratorias.

Las dimensiones de la gran mayoría de las embarcaciones de este estilo eran: eslora, 140 pies: manga, 20: puntal, 9. Las dimensiones se modificaron en el siglo XVI cuando se integró el uso de la artillería a bordo de las embarcaciones, las galeras iban armadas desde el espolón a proa (el rostrum de la nave romana) hecho de bronce o de madera reforzado con zunchos de hierro y colocado en la parte baja cerca de la línea de flotación con el objeto de desfondar el barco enemigo a quien embistiesen.

En la cubierta del barco estaban dispuestas una y otra banda los bancos de los remeros, haciendo así una división a la que se conocía como crujía, la misma lo que permitía era el tripulante se desplazara de la popa a la proa. En este espacio se colocaba el cómitre o nostromo (hortator entre los romanos) para vigilar y animar a los remeros.

Habían galeras que llevaban uno, dos y tres palos dependiendo del tamaño. El elemento que le daba impulso a la embarcación eran los remos y el auxiliar la acción del viento sobre las velas. Por lo general, habían siete remeros por cada bancada, tomaban asiento en bancos que estaban empotrados de una parte en el mamparo del corredor o crujía y del otro en el costado.

La cantidad de bancos era de 20 por banda, que por lo general eran entre 25 o 26, aunque hubieran buques de la familia de las galeras, las medias galeras y los leños tenían un menor número de bandas, mientras que otras tenían más como por ejemplo, las cuatro galeras portuguesas que fueron con la Armada Invencible, cada una de las cuales contaba 306 remeros.

Por otro lado, el largo de los remos era de 50 pies próximamente y su manera de uso era apoyando el primer tercio en las postizas o piezas rectangulares de madera que estaban dispuestas en la parte externa de la galera barco, una por cada costado y que corrían a lo largo desde los yugos de popa hasta los del brazal o de proa.

Los modelos más antiguos de este tipo de navío estaban conformados por velas cuadrangulares, siendo la más grande la del trinquete, años más tarde fueron las latinas, por lo que la vela de trinquete fue más pequeña que la del palo mayor. Igualmente, en algunos modelos de imitación de parte de los romanos, tenían parapetos en los costados, gruesas planchas o una serie de paveses o escudos cuya función era de abrigo en el combate a remeros y soldados.

Las velas eran cuadras, lo que significa que su forma era trapezoidal, y frecuentemente latinas o triangulares. El palo mayor se encontraba descansando en la sobrequilla, mientras que el trinquete lo hacía sobre la cubierta. De una misma manera, se sabe que el largo de este palo mayor era de aproximadamente 20 metros. Las entenas se dividían en dos partes unidas por ligadas: la de la vela mayor era tan larga como era la embarcación de unos 15 pies.

Estas dos partes se les conocía como car y pena. En la parte más alta de los palos era común que existieran pequeñas plataformas o cofas, llamadas gavias. Por otro lado, el interior de la galera barca solía estar separado por mamparos transversales en seis compartimento, destinados los de popa al capitán y los restantes a pañoles de víveres, velas y demás efectos.

La vida en la galera

La vida dentro de la una galera era dura para los tripulantes, mientras que el capitán podía dormir en su camarote con ciertas comodidades tales como: sillas, taburetes, una cama con sus sábanas e incluso almohada. Los tripulantes tenían que dormir en el suelo raso en algún punto de la cubierta en donde se extendía un pequeño colchón y se protegían del frío con una manta.

Sin embargo, el principal problema no era el carecer de una cama o de ciertas comodidades, los inconvenientes eran el movimiento del mismo barco, las picaduras de chinches, piojos y pulgas. Los esclavos que se usaban para ser de remeros por otro lado debían dormir en el mismo banco donde estaban encadenados.

En un mismo sentido, la higiene dentro de esta embarcación era poco usual, solo se caracterizaba por el uso de agua para lavarse las manos y la boca antes de comer. A este tipo de cuidado se le conocía como »Higiene seca» y se mantuvo hasta entrado el siglo XVIII, estaba constituida por limpiarse el sudor usando un trapo (en algunos casos perfumado) que poseían algunos embarcados. Asimismo, las necesidades se hacían en una letrina situada en la proa y a la vista de todos.

Como bien ya se ha mencionado, no era muy común ver a un médico entre la tripulación, por ende los tripulantes y remeros se enfermaban con frecuencia e inclusive habían muertes. Estas enfermedades y bajas sucedían principalmente por la falta de higiene y el mal estado de muchos alimentos y el agua. Cuando se permitía la entrada de un especialista médico, por lo general era un cirujano, en caso contrario la medicina la practicaba el mismo barbero.

Para el tratamiento de cualquier herida se empleaba todo tipo de apósitos y se utilizaba una notable variedad de aceites, igualmente, era muy extensa la cantidad de ungüentos. A bordo de la galera también se llevaban toda clase de plantas medicinales con el fin de elaborar tisanas. En caso de las heridas fueran de gravedad (causada por un arma de fuego), entonces se procedía a suturar sin anestesia y se cauterizaba con fuego.

La comida se daba tres veces al día y estaba conformada en su mayor media por que se conoce como bizcocho. Una especie de tortas de harina de trigo que se pasaban dos veces por el horno, esto se hacía para que ganaran dureza para resistir todo el tiempo del viaje.

Si este alimento no se cocinaba como era debido o se tardaba mucho en consumir, era común encontrar en él arañas, pulgas. Este alimento iba acompañado usualmente por una escudilla de potaje, por lo general de garbanzos o habas, o bien un guiso de arroz. Por otro lado, la comida de los remeros era un bizcocho, seguido de un potaje de habas con aceite y un litro de agua.

En algunos momentos durante el viaje en la galera había de tiempo libre en donde la tripulación podía jugar juego de azar (como cartas y dados), aunque también se realizaban numerosas discusiones, trifulcas y blasfemias. Las autoridades que se encargaban de poner orden en la embarcación eran los responsables de dictaminar el tiempo libre y la cantidad que apostaban.

De una misma manera, durante estas horas de descanso también se cantaban baladas de amor, se bailaba a la luz de los fanales, se hacían lecturas en voz alta (a pesar de que tres cuartas partes de la tripulación no sabían ni firmar), se montaban tertulias o se llevaban a cabo carreras de animales.

La presencia de mujeres dentro de la galera estaba terminantemente prohibida, no obstante, era usual que alguna que otra prostituta subiera a la nave cuando se fondeaba, en misiones de vigilancia costera, aunque se tenían que ir entrada la noche. Sin embargo, actualmente se conoce que algunas mujeres se les permitía su hospedaje en la embarcación cuando se trataba de un viaje a alta mar, pero su presencia era un motivo de disputa entre los tripulantes.

En líneas generales, la convivencia entre la tripulación era muy difícil, puesto que se lanzaban insultos, robos o abusos. Gran parte de la tripulación eran personas que provenían de los bajos fondos, era normal la presencia de armas blancas, y las reyertas solían dejar cicatrices. Los castigos que se impartían a los tripulantes que iniciaban una pelea podían ser muy pecuniarios (el castigo más bajo era perder algunas raciones de comida) o corporales. A pesar de todo esto, también se formaban lazos de fraternidad.

Los galeotes

Galeotos era el nombre que se le dada a los remeros que eran forzados a estar dentro de la embarcación. Por lo general, este tipo de remeros eran presos que debían pagar por su condena sirviendo en las galeras. Las condenas para estas personas se manejaban entre un mínimo de dos años y un máximo de diez. Dentro de los galeotes se encontraban personas que habían cometido hurto, habían lastimado a alguien o que estaban huyendo de la ley.

De un mismo modo, también era común que se enviaran a las galeras a los presos musulmanes. En algunas circunstancias, a los presos que tenían la pena de muerte se les enviaban a ejercer esta labor por lo que les quedaba de vida. A un grupo de galeotes se les otorga el nombre de chusma.

En líneas generales, la presión habría sido una mejor alternativa que pasar la condena remando sin descanso, muchos alegaban que era un infierno. Esto se debe a que durante todo su tiempo en el barco estaban encadenados con argollas de hierro que les producían terribles llagas, tenían que soportar el calor, el frío, la lluvia, el sol o el látigo del cómitre muchas veces desnudos, peso a que ropa corría a cuenta de la Corona.

A pesar de todo el sufrimiento, las personas que se encontraban navegando en este tipo de navío recibían una remuneración. Dentro de toda la tripulación de una galera, el mejor pagado era el capitán, mientras que los peores eran los capellanes. Los cirujanos, calafates y hombres de armas se les atribuía un salario intermedio, mientras que a los remeros se les daba un salario mínimo. Por otro lado, los galeotos no recibían dinero, sino que se les daba el alimento necesario para que siguieran con energía para remar.

Tipos de galera

Como ya se habrá percatado, la galera barco tuvo una larga historia en donde se fue modificando para su uso en la guerra. De esta manera, surgieron diferentes tipos de embarcaciones, las cuales fueron:

  • Galera real: Este tipo de galera era la que formaba parte del estandarte real cuando iba en ella alguna persona de la familia del rey.
  • Galera patrono, almirante y vicealmiranta: En este tipo de embarcación solo podían entrar el jefe de las fuerzas navales, el almirante y el vicealmirante.
  • Galera gruesa: Este era el nombre que se le otorgaba a la galera barco de primer rango o de mayor porte.
  • Galera galocha: La principal característica de este navío eran sus remos de gran tamaño, manejados cada uno por muchos remeros.
  • Galera de treinta bancos: Este tipo de galera era reconocida por tener a su disposición alrededor de 120 remeros, 60 por banda. Su eslora medía por lo menos 170 pies de largo.
  • Galera de veintinueve bancos: En este tipo podían entrar un total de 160 remos. Para aquel entonces este el modelo más común que se veía y era un poco más pequeña que la galera de treinta. Las ordenes que dictaba Pedro IV de Aragón (1354) decían: »Echáronse seis galeras nuevas al agua, las dos de veintinueve bancos, porque fuesen más girantes y ligeras y las otras cuatro de treinta, como era lo más ordinario». Adicional a esto, también llevaban otros 44 remeros de refresco, listos para el combate cuando no manejaban el remo.
  • Galera de remos sencillos: Esta galera se caracterizaba por tener la mayor cantidad de remos por banco, a pesar de que los remos ligeros podían ser manejados por solo hombre.
  • Galera de buenaboya: A diferencia de los otros tipos de galeras, esta en particular estaba formada por remeros voluntarios.
  • Galera de forzados: Los remeros de esta clase de embarcación eran esclavos forzados a servir en esta tarea.
  • Galera bastarda: Este es un sobrenombre que se le dio durante el transcurso del siglo XVI a una galera más fuerte que la normal. Las galeras bastardas se dividían en dos tipos: una de remo y de popa estrecha y otra de vela. Esta última, su popa era de culo de mona, según se sabe también solía llevar en ella un cañón y dos culebrinas a proa, una culebrina a popa y por cada banda un cañón y un arcabuz.
  • Galera sutil: Este era el nombre que se atribuía a la galera barco más pequeña, esta clase de navío venía siendo lo mismo que una galera media o galeota.
  • Media galera: Otro nombre por el cual se identificaba a una galera de menor tamaño.

 

Ha sido todo por el artículo de hoy, esperamos que la información proporcionada haya sido de gran ayuda. Le hacemos la invitación a leer también: Experimento Filadelfia y Cristo Del Abismo

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