Last Updated on mayo 27, 2020 by Hernan Gimenez
Las Cataratas del Iguazú constituyen una de las grandes formaciones naturales consideradas como maravillas del mundo, están localizadas sobre el río que se identifica con el mismo nombre y forman parte del territorio perteneciente a la frontera de dos países, como es el caso de Argentina y Brasil. Te invitamos a descubrir toda la información relativa a su historia, fauna, inundaciones; al igual que muchos de sus interesantes sitios que puedes visitar, no te lo pierdas.
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¿Dónde están las Cataratas del Iguazú?
Estas cataratas se encuentran en el Parque Natural de las Cataratas del Iguazú, en la frontera de dos naciones Sur Americanas, como es el caso de los países de Argentina y Brasil.
Se ubican específicamente en el límite de la Provincia de Misiones, perteneciente al gobierno Argentino, y el estado Brasileño de Paraná. Su región Argentina está dentro del Parque Nacional Iguazú y el territorio correspondiente a los brasileños es identificado como Parque Nacional do Iguaçu.
Se trata de una de las más grandiosas obras de la naturaleza y ha sido elegida como una de las siete maravillas naturales del mundo, como parte de una iniciativa de la empresa New Open World Corporation, a cargo del Suizo Bernard Weber.
A manera de información, podemos decir que las otras seis maravillas están representadas por el río subterráneo de Puerto Princesa, la Amazonía, el Parque Nacional de Komodo, la Isla Jeju, la Bahía de Ha-Long y la Montaña de la Mesa.
Formación de las Cataratas
Las documentaciones geológicas realizadas a las cataratas de Iguazú han arrojado resultados donde se establece que este espectáculo maravilloso de la naturaleza tuvo su origen hace aproximadamente unos 200 mil años, en el sitio identificado como Hito de las tres fronteras, donde se presenta la confluencia de los ríos Iguazú con el Paraná.
El nombre de estas cataratas es proveniente del lenguaje de las tribus guaraní, un pueblo que se encontraba presente en Brasil hace más de 500 años, a la llegada de los primeros conquistadores europeos. De hecho, todavía en muchas de estas regiones se encuentran unos 51.000 indígenas, esparcidos también en territorios de Argentina, Paraguay y Bolivia.
Geológicamente se considera que una falla originada en la antigüedad en el cauce del río Paraná, dio lugar a que la desembocadura del río Iguazú se convirtiera en la impresionante cascada de 80 metros de altura que se contempla en la actualidad.
Esta catarata ha sido parte de un lento pero progresivo proceso erosivo, lo que ha hecho posible que la garganta del Diablo se encuentre actualmente a unos 23 kilómetros de distancia.
La caída violenta de las aguas de la catarata del Iguazú genera una niebla permanente, que cuando es alcanzada por los rayos del sol, se convierte en un espectáculo provisto de los múltiples colores del arco iris, lo que le confiere una insuperable belleza.
Toda el área de las cataratas es compartida entre los países de Argentina y Brasil, los cuales se unen en el Salto Unión que es de 70 metros de altura, donde se presenta la garganta del diablo.
Al territorio brasileño le pertenecen unos 600 metros de extensión, dentro de los cuales destacan los saltos identificados con los nombres de Benjamín, Floriano y Constant. Pero en lo que respecta al territorio argentino, la extensión es aún mayor, contando con unos 2000 metros dentro de los cuales se encuentran ubicados 14 saltos de los cuales se destacan algunos como: Mitre, El Escondido, Belgrano, dos Hermanas, Adán y Eva, Tres Mosqueteros, Lanusse, Elenita, Alvar Nuñez, Rivadavia, San Martín, Bozzetti y más.
Historia
La historia de las cataratas del Iguazú se inicia prácticamente desde que Don Alvar Nuñez Cabeza de Vaca las descubre, durante el año 1541; un explorador español proveniente de las costas del Atlántico, que partió desde las costas de Santa catalina en Brasil, hasta la ciudad Asunción del Paraguay. Para aquel entonces las bautizó con el nombre de Saltos de Santa María.
Sin embargo estas cataratas son identificadas como Iguazú, que proviene de la lengua de los antiguos moradores de la región que estaban identificados como la etnia mbyá-guaraní, quienes posteriormente fueron parte del proceso evangelizador de los sacerdotes de la Compañía de Jesús, o como eran conocidos también, los jesuitas.
A manera informativa, lo jesuitas eran miembros de la iglesia católica que formaban parte de una orden que fue fundada durante el año 1534, a cargo de San Ignacio de Loyola y que en la época colonial eran enviados a estos nuevos territorios descubiertos, con la finalidad de guiarlos para que adoptaran los principios y doctrinas de la religión católica.
Posteriormente, estos jesuitas tuvieron inconvenientes tanto políticos como económicos con la Corona de España y terminaron siendo expulsados, durante el año 1768.
La catarata al igual que sus zonas aledañas alcanzaron un importante interés para el año 1882, por lo cual fue vendido parte de su territorio, además del correspondiente a las zonas de los ríos Paraná, Iguazú y Uruguay, a Ernesto Arnadey y Severo Fernández, quienes duraron poco tiempo con los terrenos y cedieron sus derechos a Rafael gallino, el cual tampoco los retiene por mucho tiempo y los concede a favor de Gregori Lezama.
En 1881 la Provincia de Misiones se independiza de Corrientes, siendo entonces gobernada por Rudencindo Roca, quien realizó la división del territorio en cinco departamentos, bajo cuyo mando se encontraba el comandante Francisco Cruz. Este último dirigió una expedición de alemanes científicos hasta el río Paraná e Iguazú.
Estos científicos buscaban tierras que pudiesen colonizar, entre ellos se encontraba un expedicionario identificado como Jordan Hummell, personaje que posteriormente realiza el primer viaje turístico a las cataratas del Iguazú, lo que permitió que estas preciosas caídas de agua causaron gran admiración en todos los que le acompañaban.
Gregorio Lezama, el propietario de las tierras del Iguazú durante el año de 1888, las vende a Martin Erracaborde Cía. Pero para el transcurso del año de 1902, el gobierno de Argentina comienza a mostrar interés en este lugar y encomienda a un arquitecto paisajista el estudio del área, para posteriormente crear en ella el Parque Nacional de Iguazú, lo que se logra ya para el año 1934, provisto en aquel entonces de 67.620 hectáreas de selvas.
Esto hizo que de este territorio nacieran varias leyendas, entre las cuales se cuenta que en las aguas de las cataratas existía una serpiente gigante denominada Mboi, que tenía como su morada el interior del río. Los aborígenes, fieles creyentes de la existencia de este animal, para aplacar su ira una vez al año sacrificaban una doncella de la tribu, que arrojaban a las aguas como una ofrenda para la bestia.
Pero en una de aquellas ocasiones, se cuenta que un valiente guaraní raptó a la doncella que había sido elegida para evitar su muerte en este rito, escapando con ella en canoa, a través del propio río. Se dice que cuando Mboi se enteró de la osadía del guaraní, entró en cólera y al encorvarse partió el curso del río, dando origen a las cataratas y separando para siempre a ambos indígenas.
Características de las Cataratas del Iguazú
Estas cataratas se encuentran conformadas por unos 275 saltos, donde el 80% de ellos se encuentra del lado argentino, presentando su mayor caudal y una altura de 80 metros.
Existe una zona de estas cataratas que se conoce como la garganta del diablo, que contiene un conjunto de cascadas de 80 metros de altura, de gran caudal, que se origina a raíz de un salto conocido como Unión y que está ubicado precisamente en la línea divisoria entre Argentina y Brasil.
Cuando a este nivel caen las aguas de la catarata, lo hacen a gran velocidad, generando una espectacular fumarola que logra ser divisada a más de siete kilómetros de distancia.
Las cataratas del Iguazú, han sido identificadas por tener una altura total de 82 metros, con un ancho de 2700 metros y cuya caída mayor es representada por la garganta del diablo, con un caudal de aproximadamente 1746 metros cúbicos.
El público en general puede disfrutar de la hermosa vista que les ofrecen las cataratas, que son apreciadas a cincuenta metros mediante un recorrido que parte desde el Puerto Canoas, al cual se puede llegar mediante una serie de trenes ecológicos.
Estas cataratas ha sido altamente elogiadas por el botánico suizo de nombre Robert Chodat, quien manifestó su admiración por estas caídas de agua, que representan casi un abismo escalofriante.
Entre las características más resaltantes de las cataratas del Iguazú destaca su belleza, enmarcada por su exuberante vegetación tropical, frondosa y llena de magníficos helechos, muchos bambúes y palmeras al igual que varias especies de árboles, toda una selva adornada de musgos, begonias rojas, exóticas orquídeas color oro, bejucos de flores trompeta e impresionantes bromelias.
Fauna y Flora
Las cataratas del Iguazú constituyen un ambiente ecológico que permite el desarrollo y existencia de gran cantidad de especie, tanto animales como vegetales. En lo que se refiere a su flora, cuenta con más de 2.000 tipos de plantas, como por ejemplo las bromelias, helechos, orquídeas, palmeras, árboles gigantes, que mantienen con vida a una infinidad de enredaderas y especies vegetales trepadoras.
La mayoría de la flora que está presente en esta catarata se mantiene debido a que requiere contar con abundante humedad, como es el caso del curupay, el laurel blanco, el ingá, el cupay, el aguay y el seibó, considerada la flor nacional argentina.
Algunas de las especies representativas de la flora de esta grandiosa catarata están consideradas como ejemplares en peligro de extinción, por lo cual las autoridades del gobierno argentino las mantienen bajo estricta protección, dentro de este grupo se encuentra el palo de rosa, el lapacho negro, el ibirá pytá, el palmito y el lapacho amarillo.
La fauna es otro de los elementos destacables de las cataratas de Iguazú, al igual que de muchas áreas de su entorno, contando con un promedio de 450 especies de aves, entre las que se destacan los tucanes, teros, loros, urracas y los típicos vencejos de cascada, siendo una de las especies más exclusivas de este lugar.
También es típico encontrar lagartijas, yacarés, felinos o tigres que son identificadas como yaguareté, uno de los animales en peligro de extinción. Por otro lado, se cuenta con ocelotes, yacutinga, garzas, tortugas, peces, tapir, osos hormigueros, macuco; y a acompañando a todos ellos gran cantidad de insectos y colonias de vistosas mariposas.
Clima
Estas cataratas cuentan con un clima que está considerado como cálido húmedo, en general de tipo subtropical, donde se presentan temperaturas que se ubican aproximadamente en los 15 °C durante las épocas pertenecientes al período del invierno, pero que durante los veranos se elevan hasta 26 °C.
Sus lluvias en promedio son de 2.000 mm cada año, aunque muchos de estos niveles pueden variar en función del nivel de la humedad y el viento, pues los días pueden ser muy fríos cuando sopla el viento sur. Para obtener datos más específicos al respecto, se presenta a continuación el clima de las cataratas en cada una de las estaciones del año:
- Verano: Se presenta entre los meses de diciembre a marzo, con un tiempo caluroso casi durante las 24 horas del día, pues la humedad es elevada al igual que las temperaturas.
- Otoño: Corresponde a los meses de marzo a junio, de tiempo agradable en el día, pero presentando noches que van de frescas a frías.
- Invierno: Se presenta de junio a septiembre, el tiempo durante el día es fresco, pero las noches son frías.
- Primavera: Va de septiembre a diciembre, con mucho calor durante el día, algunas tardes pueden ser de clima agradable y las noches son especialmente frescas.
Dentro del clima es propicio comentar que el caudal de agua promedio de las catarata del Iguazú es de 1.500 metros cúbicos por segundo, pero cuando se llega a la época del otoño austral, como la vivida durante el año 2014, las lluvias fueron bastante abundantes durante el mes de junio, por lo que se observaron grandes aumentos de caudal que llegaron hasta 45.700 metros cúbicos por segundo.
¿Qué visitar del lado Argentino y del lado Brasilero?
Del lado Argentino es donde se puede conseguir la mayoría de los paseos y visitar a realizar en esta catarata, pues cuenta con 275 saltos que representan el 80% de toda su extensión y permite que el visitante se adentre en ella.
Para trasladarse hasta este lugar es posible hacerlo empleando un taxi, bus o vehículo particular, una vez allí se cancela la entrada y se comienza a realizar cada uno de los paseos previamente establecidos, entre los que se contempla: el recorrido inferior; la visita a la Isla de San Martín, hasta donde se puede llegar en lancha si el río lo permite; el recorrido superior o una visita en el tren de la selva.
Muchos de los que han visitado este lugar recomiendan salir bien temprano para no perderse ninguno de estos recorridos. Si se toma el tren de la selva, es posible bajarse en el final y llegar a la Garganta del Diablo, cuya vista será la mejor recompensa de todo el día, algo que puede ocasionar un cosquilleo en el estómago de quien la observa, además de sentir el suave baño de la niebla que le caerá mientras lo está contemplando.
Del lado brasileño se puede llegar mediante una serie de autobuses que cruzan la frontera de este país, tan solo con la finalidad de trasladar a muchos visitantes que desean conocer otras vistas de esta magnífica catarata, solo es necesario tener a mano el pasaporte en la respectiva aduana.
Aquí también se debe cancelar el ticket de entrada y allí se toma otro autobús turístico que le lleva hasta el inicio de un sendero corto, al final del cual se aprecia una vista de la parte argentina desde otro ángulo y donde las panorámicas son sorprendentes.
El sendero que se recorre no es del todo fácil, pero nada que cualquier persona no pueda realizar, especialmente en el caso de los amantes del senderismo, al final como premio llegará a la famosa Garganta del Diablo, donde se cuenta con una pasarela de seguridad que permite que las personas se sientan propiamente dentro de esta catarata, lo cual es una experiencia difícil de describir, pues no alcanzan las palabras para definir lo emocionante que es sentirse parte de esta maravillosa creación de la naturaleza.
Además se cuenta con un ascensor que permite que los visitantes lleguen hacia el área del mirador superior, que está provista de una serie de restaurantes y tiendas que ofrecen a los visitantes souvenirs, relativos a las cataratas del Iguazú.
En realidad, es un lugar que deja completamente impresionadas a las personas que lo visitan, de hecho muchas pueden sentir cierto temor de acercarse tanto a esta estupenda catarata, pero en realidad el área es segura y ha sido creada con la finalidad de que todos los visitantes sientan que forman parte de esta una de las siete maravillas naturales del mundo.
La decisión de cuál de los dos lados es mejor para visitar queda de parte de los propios turistas, pues si bien es cierto que el 80% de la catarata se encuentra en territorio Argentino, la parte que se permite visitar del territorio Brasileño es bastante impresionante. Lo recomendable es que si tiene la oportunidad visite esta catarata en ambos países, y de esta manera su experiencia será más completa.
Ciudad de Puerto Iguazú
Lo que se conoce con el nombre de Puerto Iguazú es una ciudad que pertenece a la Provincia de Misiones, que se encuentra dentro del territorio de Argentina y está a 17 kilómetros de la catarata de Iguazú.
Este puerto tiene una economía que está basada precisamente en la catarata, mediante la atención turística que ofrece; pero en ella también se llevan a cabo actividades comerciales internacionales con la Ciudad de Foz do Iguaçu, que se encuentra en Brasil.
Para comunicar a estas dos localidades existe una puente que tiene como nombre Tancredo Neves, construido para el año 1985 y el cual es parte de una zona identificada como Triple Frontera, ya que en este punto tienen su encuentro la soberanía de Argentina, Brasil y Paraguay.
La ciudad de Puerto Iguazú cuenta con una serie de atractivos turísticos, claro está aparte de las cataratas del Iguazú; como son la feria artesanal, el Hito Tres Fronteras, donde se puede observar el trifinio internacional del cruce de las fronteras; además cuenta con el Museo de imágenes de la selva, Museo Mbororé, el Centro de rehabilitación para aves Güira Oga, el Parque Natural Municipal, al igual que un hotel y casino internacional.
Otro elemento a destacar en la ciudad de Puerto Iguazú es relativo a la producción minera, donde se encuentra una empresa identificada como Productores Mineros S.R.L.; que se encarga de la producción de piedras preciosas y también ornamentales del territorio argentino, la cual cuenta con personal altamente calificado en la materia, representado especialmente por gemólogos, técnicos, talladores, facetadores, maestros orfebres y diseñadores.
Como dato curioso, se puede decir que Puerto Iguazú es una de las pocas ciudades turísticas del mundo, o quizás la única, en donde se cobra un impuesto al turista por entrar a ella; la cual es una tasa turística municipal, por lo que sus visitantes deberán ir preparados con dinero para poder conocer esta ciudad.
Isla San Martin
Esta isla es un paraíso de biodiversidad, encontrándose en medio de las cataratas y siendo la única isla del río Iguazú que requiere utilizar una lancha para llegar a ella. Esto se hace en el embarcadero que es conocido como Circuito Inferior, pero y tal como se ha comentado, es necesario que el caudal de río y la catarata lo permitan.
Finalizamos el recorrido por las cataratas del Iguazú, invitándolos a que no dejen de conocerlas, ya que su gran caída de agua es impresionante y permite que todos se sientan sumergidos en un paraíso vegetal húmedo, que parece fuera de este mundo.
Se sentirán tan cercanos a la catarata que sus aguas les rociarán la cara de manera sutil y la fuerza de la caída del agua retumbará en sus oídos, con toda la melodía de la naturaleza que le ha hecho merecedora de una posición entre las Siete Maravillas Naturales del Mundo.
Sendero Macuco
Es otro de los lugares bastante frecuentados, empleado para realizar excursiones y observar la naturaleza, contando con unos 3.600 metros de longitud, bastante selvático y en el que se presenta una cascada que tiene veinte metros, completamente dentro de la selva, en ella los visitantes pueden contemplar a los monos platirrinos, los carayá, macucos o pavas de monte.
Pero también tendrán que cuidarse de un sinfín de insectos que les perseguirán durante todo el recorrido, al igual que es posible encontrar de forma ocasional, algunas víboras de coral.
Inundaciones dentro de las Cataratas del Iguazú
Las inundaciones son uno de los elementos que hacen que las cataratas sean cerradas para los visitantes a fin de prevenir riesgos, debido a que las pasarelas y miradores por los cuales caminan los turistas en ocasiones se presentan rebasados por los altos niveles del agua.
Estos problemas generalmente se deben a crecidas del río Paraná, lo que además afecta a muchas de las familias residentes de sus zonas aledañas, ya que se triplica el caudal tanto de este río como el de la propia catarata del Iguazú.
Las autoridades del parque llevan un adecuado control para determinar en qué momento las crecidas del caudal pueden impedir que los visitantes conozcan sus instalaciones, especialmente en lo relativo a la visita a la isla de San Martin, que se encuentra en medio de todos los saltos y a la cual se llega solamente en bote, por lo cual no se puede realizar este paseo cuando las lluvias han incrementado el caudal de la catarata.
Importancia de las cataratas del Iguazú
Las cataratas forman parte del Parque Nacional Iguazú, que es parte del Patrimonio Natural de la Humanidad desde el año 1984 y que cuenta con una importante diversidad biológica de selva subtropical, en donde están concentradas algunas especies que están en peligro de extinción, como es el caso de la pantera onca, conocida como Yaguareté, los ocelotes, la Yacutinga, el Macuco, entre otras, que es necesario preservar para todo el mundo.
Se sabe que desde el lugar de origen de las cataratas hasta donde se presenta en la actualidad la región identificada como la Garganta del Diablo, existen unos 23 kilómetros de distancia, que surgen como parte de un proceso lento de erosión continua con respecto a la posición de estas cataratas; claro está que este proceso lleva millones de años, por lo que se cuenta con cataratas para muchos años más.
Las Cataratas del Iguazú son un importante atractivo turístico tanto para Argentina como para el Brasil, por lo cual perciben una serie de ingresos económicos y son fuente de empleo para muchos de los lugareños de estas regiones, aunque la mayor cantidad de paseos son realizados en el lado argentino, pero sin restar importancia a los del lado brasileño, que también ofrecen espectaculares vistas.
Como se ha comentado, estas cataratas son parte de una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo desde el año 2012, lo cual se alcanzó gracias a que muchas personas votaron a través de internet, con declaraciones del embajador brasileño Enio Cordeiro, que expone:
«Nuestra visión de Iguazú como una de las 7 maravillas de la naturaleza es la promoción de las Cataratas a través de una forma de turismo que hace un impacto mínimo sobre el medio ambiente, al tiempo que ayuda a crear empleos de calidad para la población local»
Luego de todo esto, se atrajo en consecuencia gran cantidad de turistas que deseaban conocer de cerca estas impresionantes cataratas, con lo cual en promedio se contaba con un incremento de unas 300.000 persona más cada año.
Motivo por el cual les invitamos a conocer personalmente las cataratas de Iguazú, trasladándose a cualquiera de los dos países con los que hace frontera, y mejor aún si puede realizarlo en ambos, ya que toda su belleza será mejor admirada desde varios ángulos.
Si la información encontrada en este artículo ha sido de su agrado, les invitamos a continuar conociendo más a través de los siguientes enlaces: