Río Naranjo: todo lo que necesita conocer sobre él

Last Updated on enero 16, 2020 by Hernan Gimenez

El río Naranjo es una corriente fluvial pequeña que se desplaza por el sur de Guatemala y lleva sus aguas hasta el Océano Pacífico.

 

Ubicación y recorrido del río Naranjo

El río Naranjo comienza su nacimiento entre las orillas de la Sierra Madre del Valle de Écijia, en San Carlos Sija, Guatemala (ver también río Dulce), en una región que se acerca al límite fronterizo con el vecino país México.

Este corto, pero singular y potente río, después iniciar su recorrido a una altitud de 2.300 metros sobre el nivel del mar, se aventura raudo hacia el sur del país y se encuentra con el río Mujuliá.

Entonces se dispone a girar hacia el oeste y luego, al pasar por el municipio Pajapita, sigue al suroeste, donde atraviesa la localidad de Coaltepeque, en el hermoso Quetzaltenango.

 

En este desplazamiento el río Naranjo flanquea zonas de vistosos paisajes, rodeados de montañas rocosas y volcánicas que se adornan con exuberante vegetación de selvas, nutridas con aguas termadas y ricas en minerales (ver también aguas termales del río Trancura).

Posteriormente el Naranjo se desliza por la costa plana y entra al departamento de Retalhuleu, donde ladea por el este a la localidad de Ocós, hasta llegar finalmente a su desembocadura en el fastuoso Océano Pacífico.

Cuenca del río Naranjo

La cuenca del río Naranjo tiene una superficie promedio de 1.273 kilómetros cuadrados, ubicándose en las localidades de San Pedro Sacatepéquez, el Quetzal y San Marcos, con una población aproximada de 273 mil habitantes.

Su caudal medio rodea los 20,7 metros cúbicos por segundo y sus principales fuentes productivas se basan en agricultura, ganadería y turismo, entre otras.

La velocidad del río Naranjo tiene variaciones a lo largo de su camino, que oscilan entre partes muy rápidas y otras más tranquilas. El ancho puede llegar a 50 metros, duplicándose al llegar a su desembocadura, y la profundidad de sus aguas pueden alcanzar un nivel de 3 metros.

Por toda su trayectoria, el río Naranjo brinda a quienes lo recorren, un espectáculo de paisajes diversos para apreciar y disfrutar, que incluyen hermosas y variadas caídas de agua, pozas termales y una tupida selva tropical.

 

Esta corriente fluvial funge como línea limítrofe entre algunos municipios, al igual que en una parte en los departamentos de San Marcos y Quezaltenango.

En las últimas décadas, el río Naranjo viene reflejando cierta afectación por el mal uso y abuso de los suelos, así como por la continua mano del hombre en sus actividades cotidianas de desarrollo, para las cuales utiliza las aguas del río sin mayor precaución.

Las aguas residuales son uno de los principales riesgos de contaminación para el río Naranjo, casi tanto como la basura que se acumula en muchas de sus laderas y vertientes, que va desde plásticos y desechos de comercios, fábricas y hospitales, hasta desechos industriales y orgánicos cotidianos.

Turismo en el río Naranjo

La fuerza y velocidad que desarrollan las aguas del río Naranjo, a pesar de no poseer una longitud muy grande, ofrece la posibilidad de crear corrientes divertidas y emocionantes que suelen ser incluidas como tracciones turísticas y deportivas en la zona.

 

Se realizan viajes para el rafting desde la capital de Guatemala y la localidad colonial de Antigua y se recorren ángulos de acceso desde Quetazaltango, Panajachel y Tapachula, del lado de México (ver también río Papaloapan).

Los niveles llegan a grados de dificultad en las categorías de clase III-IV, intermedio; clase IV «Black Hole», con olas que rompen fuertemente;  y aguas sólidas y veloces clase III-IV de White Naranjo.

Esas combinaciones abren posibilidades de participación tanto a principiantes, como a deportistas o aficionados más experimentados, quienes comparten los rápidos formados en aguas de las tierras volcánicas de Guatemala, rodeadas además de junglas exóticas, que adornan con su ecosistema tropical.

El río Naranjo coincide con muchas otras corrientes de fieras aguas en Guatemala, donde se aprovechan mejor cuando suben sus niveles en épocas de alta pluviosidad, generalmente más típicos en entre junio y noviembre, siendo la mejor temporada la de junio a octubre, cada año.

El canotaje, la piedra partida y las aguas termales son otros atractivos turísticos de primera mano que se obtienen en el río Naranjo.

 

Su cercanía a tierras volcánicas, como el río Celeste, lo colocan como acceso a ricas aguas calientes y sulfurosas, que proveen de importantes minerales que son recomendados para el cuidado de la salud.

La diversidad en el ambiente ecológico que rodea el recorrido del río Naranjo concentra, en una distancia relativamente corta, grandes aportes para el entretenimiento, el deporte y las actividades sanadoras de quienes visitan la región.

Esto representa un relevante símbolo de crecimiento turístico para Guatemala y su potencial turístico a futuro.

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