Río Nechí: mapa y todo lo que necesita conocer sobre él

Last Updated on enero 16, 2020 by Hernan Gimenez

En la zona occidental de Colombia fluye el río Nechí, llevando  consigo  el cauce más caudaloso del departamento de Antioquia.

 

Mapa del río Nechí

 

Nacimiento y ubicación del río Nechí

El nacimiento del río Nechí comienza en la población de Yarumal, departamento de Antoquia, a una altitud aproximada de 2.730 metros sobre el nivel del mar.

Este río es muy importante dentro de la localidad de Antioquia tanto por sus aguas, cuyo caudal medio es de 830metros cúbicos por segundo,  como porque buena parte de la población de este lugar se congrega su cuenca, que posee unos 320 kilómetros cuadrados de superficie.

El nombre del río Nechí, proviene del lenguaje catío, donde “Ni” que quiere decir Oro y “Chí”, natural, por lo que Nechí es Oro Natural. También  en la lengua yamesí lo definen como Río de oro (ver también río del oro).

 

Su longitud no es muy extensa, pero alcanza los 252 kilómetros, y por su ubicación, las corrientes que existen en el norte, el Bajo Cauca y el Valle Aburrá, se deshogan en su cuenca, que cuenta con unos 320 kilómetros cuadrados de superficie.

Recorrido del río Nechí

El río Nechí se desplaza a través de un recorrido que se inicia dentro del municipio Yarumal, para luego pasar por otras localidades importantes como Angostura, Valdivia, Caucasia, Campamento, Cáceres, Anorí, Zaragoza, Nechí,  El Bagre y Tarazá.

Este corto pero rendidor caudal es el principal afluente del importante río Cauca, donde desemboca, a 30 metros de altitud, y aunque su trayectoria es de tipo rural, sus aguas bordean poblaciones urbanas relevantes para la región.

A las aguas del río Nechí llegan otras corrientes fluviales para confluir con él, como el río San Alejandro, el río Tenche, el río San Pablo, el río San José, el río Anorí, el río Zaragoza, río Tigüí, río Villa, río Amacerí, el río Cacerí y su principal surtidor, el río Porce.

 

A su vez, esos ríos se nutren de otras aguas como el río Pajarito y el río Dolores, que crean el río San Alejandro y el río Minavieja-Concepción que llena el Tenche.

También el río San Julián que llega al San José; el río Medellín y el rio Grande, que forman el río Porce; el río Pocuné, río Bagre, río Cuturú, río Atara y río Chicamoque que se unen al Tigüi, que junto al río Amacerí, acumulan aportes de muchas afluencias fluviales del departamento Bolívar.

La corriente del río Nechí es navegable, pero en algunos tramos de su trayecto surgen bancos de arena y rocas pronunciadas, a causa de altas sedimentaciones,  que dificultan el desplazamiento y hasta pueden ser peligrosas para barcos de gran tamaño.

No obstante, lachas, canoeras y otras embarcaciones chicas  van y vienen recorriendo su cauce y sus vertientes aledañas, sin inconvenientes mayores (ver también río Allipen).

Ecocidio río Nechí

Recientemente varios pescadores reportaron una cantidad importante de peces muertos de gran tamaño, mediante esta denuncia se tomaron cartas en el asunto para encontrar el problema que se estaba dando en el cauce del afluente. Luego de un periodo de tiempo se determinó que esta problemática estaba siendo causada por una empresa minera. Anteriormente estas empresas implementaban mercurio para la búsqueda de oro. Luego de haberse prohibido se estima que se está usando otro químico que puede ser el causante de esta gran problema ecológico.

Oro en el río Nechí

 

Desde tiempos ancestrales, cuando los indios Nutables moraban en tierras antioqueñas y en las riberas del Nechí, particularmente en la época de la conquista española, las aguas del río mostraban la riqueza del oro y eran blanco de ambiciosa explotación.

Las actividades económicas que se desarrollan en región que rodea al río Nechí son agrícolas, ganaderas, pesqueras y madereras, pero la minería del oro sigue siendo hasta la actualidad, principal foco de atención.

A pesar de que existen reglamentaciones y controles para la extracción del oro en el río Nechí, esta industria ha traído serios problemas a los poblados aledaños y a las autoridades colombianas.

El uso de mercurio para la búsqueda del metal, así como los constantes movimientos de tierra dentro y fuera de las guas, son algunos de los causantes de daños al ecosistema (ver también río Guaviare), que ha visto desviar el curso de algunos tramos de la corriente y casos de envenenamiento de animales y otras especies, especialmente de peces, y sus consecuencias en la cadena alimenticia.

 

La convivencia alrededor del río Nechí, al igual que sobre otras corrientes cercanas, se debate entre los beneficios del metal precioso más buscado en el mundo y el resguardo de sus recursos naturales.

Como dato curioso, se puede señalar que en la ciudad de Chicago, específicamente  en el Museo Field de Historia Natural, se mantiene en resguardo una colección de objetos de oro provienientes del río Nechí , donada por la empresa Wrigley Company, y que  incluye campanas, aros y cordones, entre otros implementos hechos de oro puro.

Esta colección es considerada una de las más valiosas entre la variada serie de descubrimientos  arqueológicos que se han encontrado sobre los primeros pobladores en Colombia, donde destaca el hallazgo en 1996, de 29 lugares en el río Nechí y el río Magdalena.

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